Si las aves forman parte de tus hobbies, en especial los loros, son muy conocidos por ser animales libres, y por sus llamativos colores y hermosa apariencia. Muchos hemos decidido adoptar algunos, pero eso nos hace responsables de su alimentación. Si te ocurre como a la mayoría, que nos preguntamos ¿Cómo alimentar a mi loro? tienes que leer este post.
Índice de contenido
¿Qué alimentos son prohibidos para mi loro?
No es recomendable que coman galletas (en especial si estas son saladas), pan, ruibarbo, setas o chocolate.
Estas aves poseen un estómago especialmente delicado, por ello no se les debe dar frituras, o comidas con contenido en teína, nada de alcohol o cafeína.
En general hay que evitar los alimentos que estén alterados por sal o azúcar. Recomendación experta siempre te sugiere que utilices propiedades naturales, como las semillas o las frutas.
Cómo alimentar a mi loro, frutas prohibidas
El sistema digestivo de estas aves no tolera ciertos alimentos, incluidas frutas y verduras que suelen ser tóxicas y que incluso pueden causarles la muerte.
Estos alimentos peligrosos son: el tomate, el ajo, el aguacate, cebolla, espárragos, o berenjena. Por lo que somos responsables de nunca permitir que formen parte de la alimentación que les proporcionamos.
¿Qué frutas son buenas para los loros?
Cuando este obedece órdenes, o cuando queremos generarle confianza, le ofrecemos frutos secos. Sin embargo, para la alimentación diaria podemos darle plátano, pera, manzana, melón, uva, piña, kiwi, granada, naranja, mandarina, fresa, albaricoque, etc. tomando en cuenta que estas deben estar bien lavadas.
¿Y si mi loro come pasto?
En todas las aves esto causaría hiperactividad, diarrea, regurgitación, heces oscuras y en el peor de los casos convulsiones hasta llevarlo a la muerte. Así que si tu loro tiene tendencia a comer pasto, comunícate con un veterinario especializado y sigue sus instrucciones.
¿Puedo darle leche a mi loro?
No, los loros son intolerantes a la lactosa, tanto la leche como todos sus derivados están prohibidos en su alimentación; así cuidamos su estómago y evitamos que les de diarrea, u otros efectos secundarios.
Los loros al verse encerrados y no elegir libremente su comida, ceden a casi todos los alimentos que se les ofrezcan; sobre todo porque la mayoría le toma confianza a sus dueños y son muy dóciles. Por ello es importante concientizarse de cuáles alimentos podemos ofrecerles, y cuáles no.
